Mundo ficciónIniciar sesiónEl despacho privado de Sheikh Yusuf olía a incienso y libros antiguos. Mariana estaba sentada en un diván bajo, Sofía a su lado, mientras el anciano vertía té en tazas de porcelana con manos que temblaban ligeramente con la edad pero se mantenían firmes en su propósito.
Khaled había sido convocado quince minutos antes. Ahora estaba de pie junto a la ventana, su postura rígida mientras Yusuf explicaba los términos exactos de su oferta.
—No es negociable —dijo el anciano, pasando las tazas—. Mi testimonio a cambio de una ceremonia tradicional completa. Tres días. Cada ritual observado correctamente. Ante testigos. Ante el pueblo.
—Eso es extorsión —murmuró Sofía, aunque su t







