Mientras Marian recogía todo aquello y tiraba a la basura el sobre con lo que ella le había dejado a Omar en su escritorio, su teléfono sonó.

-¿Marian, a encontrado a Omar?

-Sí Naty, está en un estado bastante deplorable, podría subir por favor, creo que es bueno que usted que es como su familia se quede con él esta noche.

-Marian, usted puede por favor quedarse con él hoy, se lo suplico, mi hijo llega a la ciudad hoy, tengo más de dos meses de no verlo y se regresa el domingo en la tarde, por favor, mañana a primera hora voy a ver a Omar, pero si no puede, no se preocupe, yo subo de inmediato.

-Naty, no te preocupes, tu hijo es lo primero, dijo Marian en un suspiro, ella no quería estar ahí con Omar, ella estaba resentida, pero le preocupaba el hombre como nadie en el mundo.

Marian colgó la llamada, sirvió un poco de sopa, parece que con el agua fría se había resfriado, no dejaba de estornudar y comenzó a preocuparse un poco.

Llevó la sopa a la habitación, buscó en el armario de Omar