IVANA
Las cabezas vuelan, hay muchos aullidos, cuerpos y sangre por todos lados.
Esto ha sido una batalla donde he visto a mi mate trasformado peleando como una completa bestia.
Muchos corren mientras Iskander me lleva contra el tronco del árbol, Konan sale corriendo al igual que Dago debido a que son demasiados hombres lobos contra ellos
—¿Estas bien maldita sea? —pese a semejante pelea, no esta agitado y tiene las manos llenas de sangre.
Asiento con el corazón a punto de salirse.
—Lo siento mucho yo...
Quiero besarlo, pero me rechaza, solo me abraza, pero siento un distanciamiento entre los dos de un momento a otro.
—Ven vámonos a casa.
Me carga subiendo la colina, no sé dónde estoy, como me encontró, pero me aferro a sus hombros dejando escondido mi rostro en su cuello.
—Lo siento mucho Iskander.
—Ya hablaremos en la mansión.
Rápido sube la colina, lo que a mí me tardo bajar como dos horas, me deja en el auto qué maneja en silencio, no soy capaz de hablarle hasta el momento