Capítulo 12. Olivia y Damiana se enfrentan
Cassio no había dormido. La madrugada lo sorprendió recostado en la cama, con los brazos cruzados bajo la nuca y los ojos clavados en el techo, como si buscara allí un respiro que no llegaba.
El eco de las palabras de Matilda martillaba en su cabeza, pero había algo más, algo que no se atrevía a nombrar en voz alta: el beso.
Ese mald¡to beso con Olivia que había desatado dentro de él una tormenta que no sabía controlar. Era como si de pronto todo lo que llevaba años reprimido hubiese encontrado una rendija por la que escapar. Lo enfurecía, lo confundía, pero también lo encendía con un fuego que no podía apagar.
La respiración se le agitaba solo con recordar la suavidad de sus labios, la forma en que ella lo había mirado después, con rabia, sí, pero también con algo que a Cassio le helaba y le quemaba al mismo tiempo: vulnerabilidad.
¿Qué demonios me está pasando?
 Murmuró para sí mismo, golpeando el colchón con el puño.
El amanecer lo cazó obstinado, pero cansado de luchar contra sus p