C21-MUJERES AJENAS.

Lucy entró al baño de damas, se echó agua fría en el cuello y trató de calmarse.

«Solo era una cena. Una noche. Y ya pronto todo terminara.»

La verdad es que no estaba acostumbrada a ese tipo de situaciones, durante su matrimonio con Ezra, el salía con ella de forma ocasional y mientras estuvo en su familia, se mantuvo alejada de las fiestas de su abuelo Alaric. Nunca le habia gustado la mafia, pero el destino parecía querer seguir empujándola a ese mundo.

Respiro hondo y se miró en el espejo.

—Estás bien —se dijo—. Solo ignóralos. Solo ignóralo a él también.

Y cuando salió del baño, estaba dispuesta a soportarlo, pero apenas habia dado un paso, cuando escuchó los pasos detrás.

Se detuvo y el sonido también.

Giró apenas la cabeza y ahí estaba el mismo hombre. El de la copa.

Medio tambaleante, con la chaqueta abierta y una sonrisa asquerosa.

—No tienes por qué estar con él —dijo en voz baja y claramente alcoholizada—. Puedo hacerte sentir mejor, preciosa.

Lucy retro