C22-¿VAS A CUIDARME?
Eros entró al restaurante como si nada hubiese pasado.
—Disculpen, señores. El inconveniente tardó un poco más.
Los cuatro hombres rieron y alzaron sus copas.
—No te preocupes —dijo uno de ellos —. Tu esposa es una gran compañía… lo malo es que no habla.
Eros miró a Lucy y luego a sus socios.
—Mi esposa no está acostumbrada a este tipo de cenas. Fue un error traerla —dijo. Luego giró ligeramente la cabeza hacia Lucy—. Espero me disculpes, cherie.
Lucy sintió cómo algo se le movía en el estómago. Las mariposas revolotearon tan fuerte que casi le dolía.
Cherie.
Era solo una palabra. Pero para ella significaba mucho, era casi como si fuera real.
—Está bien. Yo…
Se detuvo y miró su mano.
—¿Qué te pasó? ¿Te cortaste?
Eros siguió la dirección de su mirada y vio que había sangre seca en sus nudillos. Tomó una servilleta, se limpió sin apuro.
—Nada de qué preocuparse, cariño… Solo le di una lección a alguien.
Lucy se tensó y su mente voló directo al hombre del pasillo. No