C176- UN AROMA NAUSEABUNDO.

Lucy despertó y el colchón bajo ella era suave, lujoso, se sentó despacio y miró alrededor.

Estaba en una habitación grande, con techos altos y cortinas gruesas que apenas dejaban pasar la luz del día. Las paredes eran de un blanco deslucido, el papel tapiz estaba desgastado en algunas zonas. Había cuadros colgados, pero no eran pinturas ni retratos antiguos.

Eran fotografías.

Y todas eran de ella.

Se puso de pie con el corazón golpeándole el pecho como un tambor desbocado y caminó hacia la primera foto. Era una imagen tomada a escondidas, claramente desde lejos. Estaba en el balcón de su casa, tomando café con Eros. En otra, salía del hospital tras una cita médica. Más allá, una donde paseaba sola por el parque, y una más, mucho más reciente, donde se veía a ella y a Eros en un restaurante, él sonriéndole mientras le servía vino.

Su estómago se contrajo con violencia.

—No... no, no... —murmuró.

Retrocedió, tropezando con una alfombra persa, y giró sobre sí