C104- ¿CUÁL ES EL PRECIO?
La habitación era pequeña, con paredes beige y una cama que apenas ofrecía comodidad. Pero a Camille eso no le importaba, estaba hecha un ovillo y los pies helados asomaban desde el borde del colchón. Su ropa seguía mojada, pegada al cuerpo, pero no tenía fuerzas para cambiarse. Temblaba, más de dolor que de frío, con los ojos cerrados y la cara empapada de lágrimas.
Lloraba en silencio, con los labios apretados, como si temiera que el mundo la escuchara romperse. A veces se sacudía levemente, cuando un sollozo quería escapar, pero ella lo ahogara dentro del pecho.
La oscuridad del cuarto parecía apretarla desde todos los ángulos. No había ruido afuera, no había nadie a quien llamar.
Estaba sola.
Abandonada.
Y el peso del abandono le apretaba el corazón hasta hacerlo sangrar.
Entonces, se llevó una mano al vientre y pensó en ese pequeño milagro que era lo único que le quedaba. No sabía cómo iba a sobrevivir, no tenía un plan, ni un hogar, ni dinero, lo único