C105-UNA PALABRA SUYA.
C105-UNA PALABRA SUYA.
Las calles de París ya no le parecían románticas ni hermosas. Para Camille, se habían vuelto largas, frías y hostiles. Caminaba por avenidas llenas de vitrinas elegantes, con el abrigo bien cerrado hasta el cuello y una carpeta entre las manos.
Sus dedos estaban entumidos, y cada paso parecía pesar el doble. Entró a la tercera tienda del día: una boutique de ropa fina, con maniquíes impecables en el escaparate.
—Bonjour —saludó con voz suave—. Me preguntaba si necesitaban ayuda en contabilidad, puedo dejar mi currículum…
La mujer detrás del mostrador la miró con desprecio, sus ojos recorriéndola de pies a cabeza como si fuera un insecto molesto y torció los labios antes de responder.
—No —escupió las palabras con desdén—. No contratamos a gente como tú. Ni siquiera pierdas tu tiempo dejando el currículum.
Le dio la espalda bruscamente, dejándola allí plantada como una tonta.
Camille la agradeció con una pequeña inclinación de cabeza, a pesar de la tristeza en su