Terminamos de cenar y segui viendo a mi marido, nervioso e inquieto, preguntando que narices le había dicho aquella mujer, para que hubiera cambiado. Una vez en el coche, me quedé mirándolo muy seria y muy preocupada
— ¿Qué te pasa? me gustaria que por una vez fueras sincero conmigo Aaron — le dije
— Nada mi amor, tranquila solo que me ha molestado la presencia de esa mujer, pero todo esta bien — contesto
— Quiero que no me mientas, por favor, ¿que había entre los dos? tuvo que ser algo muy fuerte para que te haya puesto tan nervioso — respondí
Aaron aparco el vehiculo, paro el motor ccogiendo mi mano besando el dorso de la misma, antes de empezar a hablarme
— Vanesa no quiero que me veas como un bicho raro, lo que te voy a contar es lo que soy, aunque ahora se que contigo no puedo, pero si que me gustaría que me comprendieras y quisieras ser mi compañera en mi aventura, pero si dices que no, aquí se quedan las palabras — me dijo mirandome muy serio
— Estamos casados Aaron, siempre ser