40

La madrugada llegó demasiado rápido. Gabriel no había dormido. Ninguno de ellos lo había hecho realmente, pero Gabriel había pasado las horas sentado junto a la ventana, observando la nieve caer mientras algo se solidificaba en su interior.

Cuando el sol comenzó a teñir las montañas de rosa pálido, finalmente habló.

—Voy solo.

Tamara, quien había estado cabeceando en el sofá, se incorporó inmediatamente.

—No. Ya discutimos esto...

—No —interrumpió Gabriel, girándose para mirarla—. Tú discutiste. Yo escuché. Ahora es mi turno de hablar.

Había algo diferente en su voz. No era la confusión del chico que había estado en el château. No era el pánico del joven que había visto el video de Linda. Era algo más maduro, más sólido.

Dami&a

Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP