Capítulo 78. Sosteniendo pedazos.
Ares tragó saliva, sintiendo que la boca se le secaba.
—¿De quién hablas, hijo?
—De mamá Lyanna —dijo Harry, con esa certeza absoluta de los niños—. Dijiste que ibas a buscarla. Dijiste que la traerías. ¿Dónde está? ¿Está en su cuarto? Quiero verla.
El niño intentó bajarse de su regazo, impulsado por la emoción de correr a verla, de recibir el abrazo que le habían prometido.
—¡Espera! —Ares lo sujetó con firmeza, impidiendo que bajara. Lo apretó contra él, quizás demasiado fuerte— . Harry, espera. No te levantes.
Harry se detuvo, sintiendo la tensión en el cuerpo de su padre. Miró a Ares a la cara, y la sonrisa que había empezado a formarse en sus labios se desvaneció lentamente al ver la expresión devastada de su padre.
Los niños son perceptivos; leen el dolor antes de entender las palabras.
—¿Papá? —La voz de Harry tembló—. ¿No la encontraste?
Ares cerró los ojos un segundo, pidiendo fuerzas a un cielo vacío. No podía decirle que estaba muerta. No podía decirle que el río se la ha