No tendrá piedad de ti.
En la villa de los Ivanova, Giorgiana llegaba de muy mal humor, Dimitrir nunca antes la había hecho echar de ninguna parte, él nunca la había tratado de esa manera.
El señor Ivanova le salió al paso.
— ¿Qué tal te fue con tu novio, princesa?
— ¡Mal, últimamente todo me está saliendo mal, papá, me levanté temprano para ir a visitar a Dimitrir a su oficina! ¿Pero que hizo él? ¡Me echó de su oficina como si fuera una... desconocida!
— ¿Cómo? ¿De que estás hablando? El CEO ruso siempre te ha tratado bien, siempre fuiste su consentida, él estaba dispuesto a pelearse con su propio abuelo por ti, de no haber sido porque te embarazaste de quién sabe que pobre diablo en ese evento de música electrónica, y tenías que decirle que te sacrificarías por él y lo dejarías para que no perdiera su fortuna mientras...
— Mientras yo me hacía un aborto... !Ya lo sé, papá, ese estúpido error me hizo perder la oportunidad de mi vida, de no haber caído en la tentación de acostarme con ese varon