No te dejaré seducirme.
El CEO Mendoza se atragantó con el sorbo de café, él cogió la servilleta para limpiarse y toser.
Las trillizas se levantaron aprisa a palmear su espalda.
— ¿Papá, estás bien? Respira profundo, no te nos vayas a ahogar ahora, siempre te sales por la tangente, queremos una respuesta. — Emily decía a su padre, mientras que Rafaela le echaba aire con otra servilleta.
Resultaba que el permiso concedido a Lucano tenía su razón de ser. Los Mendoza estaban pagando una ofensa bastante sería, era por eso que dejó a Evelyn salir con el heredero Lombardi, pero no había realmente nada que lo obligara a darle permiso a sus otras dos hijas para tener novio.
— ¿Querido, estás bien? La chicas solo te hicieron una pregunta, no es para que te pongas así. — La bella Emma hablaba con su marido.
— Todavía no me recupero del golpe que me dió Lucano, y ustedes ya quieren darme otro, no lo voy a soportar, necesito más tiempo. Deben entender a su padre.
Rafi y Emy no tuvieron corazón para seguir in