En el apartamento de Emma.
El día siguiente, Emma y Clara se levantaron temprano, Noah les había dado algunos días libres a ambas, él sabía que el Emma contar con una amiga en este momento era crucial para poder salir delante de todo aquello.
Al llegar a la cocina, las chicas ya vestidas para salir de la casa de su jefe, una mujer de servicio las miró.
-Señoritas, el señor Connor me ha pedido que les prepare el desayuno que deseen, él tuvo que salir de viaje, no regresará hasta dentro de tres o cuatro días, me ha dicho que se pueden quedar el tiempo que ustedes consideren, así que estoy a su disposición, dijo la mujer.
-Muchas gracias, pero no tengo nada de hambre, dijo Emma realmente triste.
-Yo con un café estaré bien, dijo Clara dándole una palmadita a Emma en su espalda.
Clara tomó su café y las dos salieron de aquel gigantesco apartamento.
En el auto de Clara, Emma volvió a llorar.
-Cómo es posible que me hicieran esto Clara, yo nunca les hice daño, todo lo contrario, siempre estuve ahí para ellos, cuando