— ¿Por qué estabas durmiendo en ese cuarto? ¿Quién te puso ahí? – Stefano le preguntó.
— Fue ese hombre insufrible del Duque, es tan arrogante, pero está tan bueno, ¿será bipolar? – le respondió y Stefano bufó, solo que luego se dio cuenta de sus incoherencias.
¿Tendrá algún traumatismo en la cabeza?
— Ya te cuento, el mejor orgasmo de mi vida y ni siquiera hicimos el amor, pero al otro día, uf, como lo odio y ¡esa mujer fue quien tiró a propósito la sopa!
— ¡Me dijo ramera!, desde que llegué a esta casa todos me humillan, sé que parezco una interesada, pero necesito dinero, necesito mucho dinero para salvar a Luca…
¿Luca? ¿Quién era Luca? ¿Carlotta le pidió el dinero para un hombre?
El Duque no sabía si creer en esa retahíla de palabras descoordinadas de Carlotta.
Luego volvió a llorar empapándole el cuello y Stefano cada vez se encontraba más preocupado por ella.
— ¡Señor, señor, qué sucedió! – el ama de llaves venía corriendo con otros sirvientes.
Su cara de pánico y no