La escena se congeló cuando Valentina cayó sentada en el suelo, con los ojos húmedos, llevándose la mano a la mejilla y mirando a Carlotta hasta con temor.
La Duquesa no entendía ahora que estaba tramando la “santa” hermanita, cuál era su plan para hacer todo este show, pero de repente…
— ¡Valentina! – la voz de Stefano se escuchó desde la puerta cuando entró y vio el momento en el que Carlotta le pegaba con fuerza a Valentina en la cara.
Entró como un vendaval empujando a todos y se agachó con evidente preocupación a levantar a su hermana del suelo.
— Stefano, yo… yo solo quería ayudarla – comenzó a llorar y agarrarse al pecho del Duque hasta con falta de aire.
— ¡¿Qué estás haciendo?! – Stefano se giró hacia Carlotta y la miró con ojos cargados de ira y enojo.
— Yo… es obvio que no importa lo que diga, ya decidiste condenarme – Carlotta le respondió también con fuego en su mirada, harta de tantas tramas.
Que se quedara con su querida hermana, ella se iba al carajo de este sit