47. Su majestad.
POV Amet.
Estoy cerrando un trato importante. Ni siquiera ha terminado de hablar el hombre frente a mí cuando el teléfono empieza a sonar. Detesto las interrupciones.
Desvío apenas la mirada hacia mi asistente. No hace falta hablar, ni un gesto más. Él capta mi orden de inmediato. Se inclina con respeto, como dicta el protocolo.
—Disculpen, señores, la interrupción. Pero debo responder —dice, saliendo del sala de reuniones.
Los otros hombres asienten en silencio.
—Bien, ¿en qué íbamos? —pregunto, retomando el hilo.
No me gusta perder tiempo. Ni un segundo.
Unos minutos después, veo a Jamil entrar. Su rostro está más pálido que el papel y sus manos temblorosas aprietan el teléfono satelital con tanta fuerza que parecen a punto de romperlo.
—Su Majestad... —murmura con una reverencia torpe. Sus labios tiemblan, sus ojos no se atreven a sostener los míos.
No digo una palabra. Solo le lanzo una mirada.
—El príncipe… —balbucea, atragantado.
Mi mandíbula se tensa. Trago saliva con esfuerzo.