80. Malditøs celos.
POV Emilia.
La paz ha llegado a nuestras vidas. Por fin podemos respirar sin miedo. Caminar sin la amenaza de ser atacados en cualquier momento. Era lo que más deseaba… y ahora, al parecer, es posible.
Esta será la última noche en el desierto. Alec aceptó ser consejero de Amet, así que nunca estaremos demasiado lejos.
Pero hoy… hoy los hombres decidieron tener su propia noche. Una “noche de machos”.
Y yo hiervo por dentro de tan solo pensar que otra mujer se le acerque a mi Ruso. La sola idea me oprime el pecho.
Siento un nudo que sube hasta la garganta, quemándome.
Solo de imaginar que están en un harén… otras mujeres rozando a Alec, riendo mientras lo miran como si les perteneciera… eso me desgarra por dentro.
—Emilia, respira… cálmate —susurra Layla, al ver cómo mis rizos se desordenan con mi agitación, cómo mis manos se crispan con tanta fuerza que casi me entierro las uñas en la piel.
Me levanto de golpe, con el corazón martillando, con los pulmones ardiendo, antes de que la furi