POV Emilia.

—¡No puedo creer esto! —gruñe Ruth, molesta, mirando la portada de una de esas revistas amarillistas de farándula.

Aparentemente, es una foto mía semidesnuda entre dos hombres, mostrándome demasiado provocadora. La imagen grita escándalo, como si hubiese posado para alimentar el morbo.

Mi quijada casi se cae al piso al verla. Jamás, en todos mis años de carrera, posé de esa manera. Nunca di pie para ese tipo de chismes. Esa foto no solo es una mentira... es una puñalada directa a mi dignidad.

—¡Dios mío! ¿Qué diablos es eso? —exclamo, mirándola fijamente, mientras mis manos vuelan hacia mi vientre como acto reflejo. Una punzada aguda me atraviesa el abdomen—. ¡Ay!

—Emilia, tranquilízate —dice Anna, acercándose rápidamente—. No les hagas caso. Están desesperados por encontrarte y se están agarrando de lo que sea. Saben que estás fuera del radar y quieren vender titulares.

Pero mi vientre no deja de contraerse. Es como si cada palabra, cada vez que vuelvo la vista a esa imag