LAS MENTIRAS DE GEMMA.
Zaira entró y saludó a Susana, quien la abrazó fuertemente.
-Niña, me alegra verla por acá, me dijeron que estabas con licencia, no te llamé, porque estaba segura de que no me contestarías pensando que era de parte del señor Fabbri, me alegra sinceramente que estés aquí.
-Lo sé Susana, te quiero mucho y lo sabes, pero necesitaba un momento para mí y para poner todo esto en orden, ya lo he hecho así que nada, a trabajar, pásame por favor mi agenda y si me regalas un café, te lo agradecería.
Si el señor Fabbri pregunta por mí, por favor, dile que estoy bastante ocupada, estaré en video conferencias todo el día, dijo la chica esperando que Susana le ayudara.
-No se preocupe niña, no le diré que usted está por acá, yo también estoy molesta, dijo la dulce secretaria con el rostro serio.
Aun Gemma no se había enterado de la entrevista dada por Lorenzo, ella seguía disponiendo de todo en aquella mansión, en la piscina, en los jardines y pidiendo ropa a diferentes tiendas, ella despilfarró si