NO PUEDO SOLO DEJAR DE VERTE.
Dante al ver aquella mujer en el estado en que estaba y lo que el médico le había dicho no le quedó más remedio que prometerle a Gemma que Zaira no trabajaría más a su lado.
Con el medicamento que el médico le puso a Gemma en el suero, ella quedó profundamente dormida.
Dante salió de la mansión rumbo a la empresa, tenía que lograr que Susana localizara a Zaira a como diera lugar, le dolería no verla más en la empresa, pero la vida de su hijo estaba en peligro.
-Susana, localiza a Zaira a como dé lugar, le dijo Dante a su secretaria en un tono autoritario que hizo a la mujer estremecerse.
-Sí señor, lo intentaré, dijo ella sabiendo que la chica estaba en su oficina trabajando.
En el momento en que Dante entró a su oficina, Susana entró a la de Zaira.
-Zaira, el señor Fabbri necesita que te localice, ¿qué hago?
Zaira al ver a la secretaria tan preocupada tomó una decisión rígida.
-Pídele una cita para dentro de diez minutos, pero no le digas que seré yo quien lo va a ver, por aquello qu