Zaira fue a cancelar la cuenta de lo que habían consumido, pero no sin antes dejarle una nota a Luka “Por favor, cuando quieras invitarme a cenar, trata de no besar a otras chicas en la barra” Zaira.

Ella salió del lugar, mientras llamaba un taxi, ya que había ido al lugar en el auto de Luka, un hombre se le acercó.

-¿Te puedo ayudar?

-No, gracias, estoy llamando a un amigo, ya viene por mí, dijo ella al darse cuenta de cómo el tipo la miraba, era un hombre bastante gordo y muy irrespetuoso.

El tipo era uno de los que estaba reunido en la mesa en donde tomaban whisky.

El tipo se notaba que estaba bastante ebrio.

-¿Tu sabes quién soy yo?

Soy Dios, el Dios de los negocios en este país soy el hombre que puede darte la cantidad de millones que quieras, tu pide, quien quieres por acompañarme a mi hotel, dime y es tuyo.

-Señor, por favor, déjeme en paz, dijo la chica quien ya estaba bastante moleta con Luka.

-Vamos, ven conmigo, dijo el hombre tomando a Zaira por el brazo.

Así me gustan, jo