Cuando la jornada laboral terminó, Zaira y su madre fueron a la casa en donde ella había pasado su infancia, los recuerdos estaban ahí, la noche fue larga, Zaira estaba nuevamente en su habitación, las cartas que su padre le había regalado desde niña, era junto con las joyas el tesoro más preciado que la chica tenía, sin embargo, había una joya en específico que no estaba, era el anillo de compromiso que su padre le había dado a Zaira cuando cumplió quince años, ese anillo, el abuelo de Aarón se lo había dado a su abuela cuando se comprometieron, sin embargo, aunque a ella le dolía aquel anillo, estaba feliz por todo lo demás.

Al día siguiente Zaira volvió a la empresa de Berat, ella estaría en ese lugar hasta que el hombre volviera, después de eso se haría cargo de la empresa que fue de su padre, mientras estaba realizando la agenda que Berat le había dejado, pensó en llamar a Dante, ella tenía que agradecerle lo que había hecho para que ella y su madre recuperaran todo lo que les pe