CAPÍTULO 8 — Nadie toca lo que es mío.

Anastasia.

Mi cuerpo estaba temblando, y el sudor frío recorría mi piel.

Tenía náuseas, ganas de morir, pero, sobre todo, la vergüenza era la emoción más poderosa que ahora dominaba mi cuerpo.

Recibí un vaso de agua, pero mi vibración era tanta que no pude con ello.

—Me siento… muy mal… —el jefe se sentó en mi frente quitando el vaso de mi vista. Podía reconocer la suite, y a Luka, el hombre que siempre estaba al lado del señor Kozlov.

La cabeza me daba vueltas y solo quería quitarme la sensación en mi estómago, y esta pérdida de lucidez tan impresionante.

—Solo puedo hacer una cosa por ti Anastasia, pero debes confiar en mí…

Intenté llevar mis ojos a él, se veía tan borroso que apreté mis ojos.

Apreté su chaqueta contra mi cuerpo, quería meter hasta los pies dentro de ella, y solo podía derramar las lágrimas ante la impotencia.

¿Cómo pude ser tan estúpida?

—Quiero… —intenté decir—. Aliviarme…

—Te aliviaré… —lo escuché, y luego vi de forma no muy clara como Luka le pasó algo—. Vamos…
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo