El corazón de Mila latía con fuerza mientras observaba a Carla en la distancia. Estaba claro que la presencia de ellos juntos no pasaría desapercibida, y Mila sabía que la situación podría volverse explosiva en cualquier momento, y más con una persona como Carla.
—¿Qué haremos? —preguntó Mila, nerviosa, mientras sentía la mirada penetrante de Carla sobre ellos, e incluso ella comenzó a caminar a su sitio.
Mikhail la miró con confianza y le dio una sonrisa tranquilizadora.
—Relájate, Mila… es solo Carla…
—Tu novia, Mikhail… —ella intentó zafarse de su agarre, pero Mikhail apretó su mano y luego escucharon a Carla.
—¡Mikhail…!
—Carla… querida…
Carla se puso derecha mirando de manera acusadora a Mila.
—¿Qué diablos está pasando aquí? —preguntó sin contener su irritación.
Mila siguió, mientras Mikhail sacaba algo de su chaqueta. Y Mila no pudo creer que era un puro que se llevó a la boca con tranquilidad.
—No sabía que estarías aquí… espera, buscaré encender esto…
—Pues estoy, M