Atrapada en medio del caos, con el estruendo de los disparos y las luces parpadeantes que iluminaban la escena esporádicamente, Mila se aferró a la pared, mirando en todas las direcciones. No sabía a quién pertenecían esos disparos ni por qué estalló la balacera en el bar. Su mente giraba en círculos tratando de entender la situación y, al mismo tiempo, buscando a Sara.
Aunque lo ultimó que vio de ella fue, cuando ese hombre literalmente la arrastró alguna parte, y ella esperaba que para protegerla.
El pánico se apoderó de ella cuando no pudo encontrar a su amiga en medio de la confusión. Gritó el nombre de Sara una y otra vez, pero su voz se perdió en el tumulto. La multitud estaba en un frenesí, tratando de escapar y buscar refugio. Las mesas y sillas volcaban, las botellas se rompían y el humo de la pólvora llenaba el aire.
Ella utilizó su móvil y envió la llamada varias veces a Sergei, pero ninguna de ellas fue respondida. Así que yendo a su chat envió su ubicación, y luego puso