La Alianza Forjada en la Adversidad
El alba, que se asomaba en el horizonte, no traía la promesa de un nuevo día, sino el presagio de una batalla. La bodega, ahora un hervidero de actividad, se había transformado en el punto neurálgico de la rebelión. La furia de Orlo, el noble caído, se había fusionado con la determinación de Conan y la lealtad de Gonzalo. Nuestra alianza, forjada en la adversidad, era una amalgama de fuerzas impuras, una coalición que la nobleza jamás esperaría.
—El plan es audaz —dijo Gonzalo, su voz grave, mientras repasaba el mapa de las calles de la capital—. La caravana de Orlo será escoltada por la guardia real desde la mansión De Córdoba hasta la prisión del Rey. Es una ruta conocida, pero también es la más vigilada.
—Y por eso es perfecta —dije Conan, sus ojos de lobo brillando con astucia—. El Rey y la Princesa Isabel esperarán que nos escondamos. Que actuemos en la oscuridad. Pero nosotros… nosotros les daremos un espectáculo.
El plan de rescate de Orlo era