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Demonio blanco

Demonio blancoES

Fantasía
AngelDeLosLibros  Completo
goodnovel16goodnovel
9.9
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41Capítulos
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Resumen
Índice

Sinopsis

ValienteFantasíaRomancePosesivoBestiaAventurashistoria de amor

Katerine William llegó a La perla por hambre de libertad. Sin embargo, nada resulta como esperaba. Los pueblerinos la mantienen a raya por ser extranjera, su jefe la acosa verbalmente por el mismo motivo. Los únicos que no la señalan son los nativos que allí residen, son respetuosos y exigen reciprocidad. Para ellos las leyendas y canciones son sus leyes, por lo que de inmediato advierten a Katerine. La fría es una montaña cubierta de escarcha, es celosa con los suyos y tiene un guardián que camina en dos piernas. Y aunque Katerine al principio reniegue de esos cuentos, pronto descubre cuanta verdad guardan.

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Último capítulo

  • Extra

    Escondido en la montaña jugaba Ean, dibujaba en las paredes cualquier forma que se le ocurriera, no tenía mucho que hacer allí, Fría le daba todo, la sentía en cada parte de él, como si solo fuera un contenedor. A veces bajaba al bosque, solo para asegurarse de que todo estuviera bien, o al menos así se engañaba. La verdad era que disfrutaba sentir esas otras energías extrañas y ajenas a su realidad.Soñaba con ir más allá de sus montañas escarchadas, soñaba con la mujer morena que lo esperaba constantemente en la cabaña. Tenía tantos sueños que antes no habían perturbado su cabeza.Todo había comenzado con la hembra que irrumpió en el bosque esa noche. Su olor lo había atraído y cuando pudo verla se quedó pasmado. Era tan distinta a los humanos que había visto. Su piel oscura, su cabello tan salv

  • Epílogo

    Las personas en el barco habían dejado de ser ordinarias, al pasar esa barrera que separaba las dos tierras, todo se había bañado de color y formas. Katerine estaba impresionada, había personas de pieles rosadas y tan blancas y lisas que parecía porcelana. Tenían orejas alargadas, pequeñas, grandes y puntiagudas. Había una variedad incontable de colmillos, garras y ojos.Tanto había tanto y aun así, ninguno le pareció tan hermoso como lo era su hombre de hielo, que aun entre ese mar singular de imposibles, él parecía resaltar como una estrella en la oscuridad.No podía negar que estaba fascinada, eran extraordinarios, hermosos, algo mucho más que eso.Etua.Ean también se encontraba en el mismo estado que ella, los observaba a todos con extrañeza y nerviosismo, podía sentir la magia y el poder, pero nada borraba la admiraci&

  • Chapoteos en el infinito

    Las estrellas parecían chispas sobre aquel manto de seda oscura, el barco rompía la armonía del agua que parecía tener sus propias estrellas, el viento cantaba en sus oídos haciendo mucho más silenciosa la noche. Era innegablemente pacífico y hermoso.Estar allí, en ese preciso momento, hacía que Katerine se sintiera tranquila después de todo…lo que había pasado. Había sido horrible, tener que ver los rostros de los Vigilantes al encontrarla en el suelo intentando limpiar la sangre y la expresión de Ean. Reneess había mandado a sus nietos a buscar a algún curandero, cualquiera que se encontrara en el barco mientras que ella ayudaba a Katerine en todo lo que le fuera posible.—¿Por qué no nos lo dijiste? —fue lo primero que le preguntó en voz baja.Con voz temblorosa Katerine le había respondido: —No lo s&ea

  • Los mágicos

    Habían llegado al aeropuerto, les había tomado un par de días conseguir la documentación —falsa— adecuada para que todos pudieran viajar sin inconveniente con los humanos, ya estaban a pocos días de poder pisar la tierra de los mágicos y Katerine estaba nerviosa, todo sobre el viaje la estresaba, pero los Vigilantes no dejaban de asegurarle que todo estaría bien. Bien, pues Katerine no lo estaba, se sentía enferma, todo la hacía sentir enferma. Sobre todo cuando los humanos miraban en dirección a Ean, aun cubierto por una capucha y lentes oscuros lograba llamar la atención, su cuerpo, su forma de moverse, ese brillo que no se podía esconder aunque lo cubrieran con una manta. La afectaba, constantemente, tener que aguantar la respiración cuando los ojos de alguien se quedaban prendados en el fijamente. —Estás demasiado pálida, niña —le susurró Reneess. —Todo esto me pone muy nerviosa —admitió. La mujer abrazó a Katerine con delicadeza

  • El cambio de Ean

    Estaba rogando porque él tuviera una idea de lo que sus palabras significaban, Katerine no quería tener que explicárselo. Ella no quería hablar, no quería enfrentarlo, solo quería meterse en la cama y cubrirse con la manta. Pero Ean estaba allí obstruyendo su camino, con el rostro pintado en seriedad, casi confusión.Oh, no.—¿Embarazada? —musitó mirándola entera—, ¿una cría? ¿Un bebé?Soltó una risa nasal sin poder evitarlo, estaba nerviosa, tan nerviosa que temblaba y tenía ganas de reír, llorar, gritar.—Sí —dijo en un hilo de voz—. Un bebé.Ean asintió lentamente, desvió su mirada hacia el estómago de Katerine. Se sintió incomoda, quiso escapar de su mirada curiosa pero él se lo impidió.—Tuyo y mío &m

  • Capítulo 35

    Las palabras había que escogerlas con cuidado, eran poderosas, mucho más poderosas de lo que cualquiera podría llegar a creer. Unas palabras bien escogidas podían hacer que alguien terminara gobernando un país entero. Con unas palabras bien escogidas se podía entrar en la mente de la gente, hacerlos odiar o amar, hacerlos dudar y hasta creer.Había que tener cuidado con las palabras, Katerine no lo había sabido hasta ese momento, donde le hablaron de un hombre que había manipulado a la mayoría del mundo para tenerlos en la palma de su mano. Ese había sido Zachcarías Losher.Ella no podía dejar de pensar en él, en las palabras con las que se había abierto un camino por el mundo. Pensaba mucho en él, aunque estuviera muerto.Y estando parada frente a la tumba de su madre volvió a pensar en él mientras leía el epitafio en la piedra de

  • Capítulo 34

    Tienen que lograrlo, pensaba Katerine sintiéndose agarrotada y molesta. Los gemelos y Ean se habían ido a Fría en cuanto pudieron moverse para desvincular a Ean de Fría, primero debían llegar lo suficientemente cerca de ella. Katerine había querido acompañarlos, pero todos se lo impidieron, incluido Ean. Él le había lamido el rostro y dicho que debía quedarse para sanar.¿“Quedarse y sanar”? Katerine no podía quedarse quieta un solo segundo más, caminaba por la choza, aguantando el dolor, miraba por las ventanas hacia la montaña, intentaba morderse las uñas y no podía. Cuando quiso salir alguien estaba entrando, su cabello era como la melena de un león. Pero no lo era.Aunque podía ser tan peligroso como uno.Era Reneess Lawcaster, estaba vestida con un grueso abrigo de piel lisa, botas y guantes osc

  • Capítulo 33

    Ean la llevó a la tribu, todos fueron allí para ser curados. Los atendieron a todos en la misma choza, distintos curandero, más de uno tuvo que ser remplazado, no soportaban la presencia del Demonio blanco. Pero él no iba a irse, Katerine lo supo cuando lo miró, en medio de sus gritos, de sus lágrimas, él estuvo allí sosteniéndola y llorando con ella.El ataque de los Frezz había sido brutal, le quedarían cicatrices pero eso no le importaba, estaba viva.Cuando los curanderos y la gran Pretit abandonaron la choza, East se reincorporó conteniendo los siseos de dolor que querían escapar de su boca. Katerine lo miró, estaba pálido, sudoroso y con el torso vendado. Él no la miró a ella, tenía sus ojos puestos en Ean, quien le devolvía la mirada con la misma intensidad.—Puedo darte las palabras para que me entiendas —le hab

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41 chapters
Prólogo
Demonio blanco/AngelDeLosLibros
Fue en un día de invierno con el que soñé,Impoluto e indómito era lo que me rodeaba,Era hermoso, tan hermoso,Y sus ojos estaban allíGélidos e implacables Fue extraño para mí, que sin saber lo que era el invierno, Comprendí que podía quemar. —Lenimar T. ¿Dónde está el maldito sol?, pensaba Katerine, sus dientes castañeaban. Tenía la piel endurecida por el frío malvado que estaba empeñado en sacudir sus huesos.Había llegado a ese lugar por pura casualidad, estaba rodeado de montañas, pero había una que sobresalía entre las demás, una que la hacía sentir la cosa más insignificante del planeta.“La Perla”, se pod
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Capítulo 1
Demonio blanco/AngelDeLosLibros
Katerine se sentía como un títere roto mientras refregaba el retrete totalmente embarrado de porquería en el baño de mujeres. Ni siquiera podía sentir asco, no lo hallaba en su interior, no después de dos años haciendo lo mismo. Lavar baños, pisos, mesas y ser maltratada por su desgraciado jefe Jackson Trenn, él creía que, porque ella era una extranjera, podía tratarla como se le viniera en gana y pagarle mucho menos que a los demás.«Regresa a tu pocilga si tanto te molesta estar aquí», solía decirle cuando ella intentaba quejarse. Una amenaza oculta. Katerine sabía que si abría la boca él no dudaría en botarla, no podía arriesgarse a eso, sabía que no encontraría un mejor lugar para ella.Los habitantes del pueblo con los que ella se había topado no la trataban como si fuera basura como lo hac&i
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Capítulo 2
Demonio blanco/AngelDeLosLibros
Cole Patterson era lo que siempre había considerado Katerine como “un chico guapo”. Tenía cabello negro y ojos azules, su piel era como la de todos los habitantes en La Perla, pálida. No era un chico del todo atlético pero tenía una capa de musculo bien distribuida en su cuerpo.Cuando miró a Katerine salir del restaurante sonrió.Oh, que la partiera un rayo si negaba haber suspirado por esa sonrisa.—¿Lista para perder la cordura?Con un movimiento dramático abrió la puerta del auto para ella.—Pensé que ya la había perdido —contestó ella caminando hacia él.—Siempre queda un poco para perder.Katerine pensó en ello, recordó esas tantas noches en las que perdía la cordura y se ahogaba. Cualquiera pensaría que ya no quedaba nada cuerdo en ella, pero Cole tenía
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Capítulo 3
Demonio blanco/AngelDeLosLibros
Sus amigos la observaban desde arriba cuando Katerine abrió sus ojos, sus rostros estaban bañados de genuina preocupación. Comenzaron a llenarla de preguntas, muchas y al mismo tiempo, Katerine volvió a vomitar sin poder contenerse.El alcohol seguía en su sistema después de todo.Se dio cuenta que estaba en la casa de Cole, ya no había tanta gente, pero la fiesta continuaba. No encontró a Jolsen por ningún lado, internamente se sintió agradecida, no podía lidiar con ello, no cuando le dolía el cuerpo como si se hubiese caído por unas escaleras de veinte metros.No, unas escaleras no, comenzaba a recordar. Por un maldito precipicio.—Kate, te encontramos desmayada en la entrada del bosque, tienes que decirme...No pudo seguir escuchando la voz rota de su amiga.Sus palabras golpearon contra ella como una bofetada, haci&eacu
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Capítulo 4
Demonio blanco/AngelDeLosLibros
Katerine temblaba. Su cuerpo no dejaba de estremecerse tan fuerte que parecía convulsionar, no lograba calmarse ni siquiera con los sorbos que le propinaba al té medicinal que La gran Pretit había preparado para ella. La anciana al mirarla supo de inmediato que algo pasaba, no solo por sus moratones y su forma de caminar, sino por su expresión y palidez.Lo primero que hizo Katerine al estar frente a ella fue paralizarse. La anciana lo entendió, no dijo palabra, solo le extendió su mano y la llevó hasta su choza, esta se llenó de olores mágicos mientras el té medicinal era preparado.Hasta entonces La gran Pretit no lo había dicho nada, pero supo que eso cambiaría en cuanto esta tomó asiento en el suelo frente a ella. El vestido que llevaba era de pieles oscuras haciendo que su gris cabello resaltara al igual que sus ojos inquisidores.—Niña del sol, cué
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Capítulo 5
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El bosque la recibió sin opciones, Katerine corría con poca visibilidad, lo único que le proporcionaba algo de luz era la luna. Moverse le dolía. Su cuerpo estaba completamente entumecido por el frío y con cada movimiento brusco sentía como si su piel se desgarrara. El corazón en su pecho le exigía por un insignificante descanso, pero tan pronto como la idea se instaló en su mente, la descartó.Ella escuchó regocijarse al asqueroso hombre que era su jefe.—Si no termino yo contigo, Fría lo hará.Su risa llenó el silencio y Katerine aunque cayó varias veces, siguió corriendo.Ella pensaba que quizás encontraría a alguno de sus amigos de la tribu, ellos la ayudarían.Vio una luz no natural moverse sin parar.Era Jackson, él tenía una linterna.Katerine se detuvo abruptamente sintiendo s
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Capítulo 6
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Sus sueños traían memorias de su niñez. Cuando Katerine podía reír a carcajadas y jugaba en el jardín. Ella amaba ese jardín, tanto que su mamá supo castigarla prohibiéndole jugar allí. En el sueño Katerine estaba viendo la lluvia por la ventana de su habitación, escuchaba a sus padres discutir. Sus discusiones como siempre eran sobre ella, había mojado la cama y por eso estaba castigada.Ella veía la lluvia con añoranza.Quería salir, sentir el agua en su rostro, que entrara en su boca y aliviara su garganta.Hacía frío, mucho frío a pesar de tener su suéter de lana rosa.Katerine recostó su frente del vidrio y sintió como si la quemara, estaba tan frío que despertó.Se encontró con el rostro extraño del niño de la montaña, quien a penas la vio parpadear
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Capítulo 7
Demonio blanco/AngelDeLosLibros
Katerine temblaba por la fiebre y cuando pensó que el Demonio blanco había desaparecido para siempre, él regresó. Su mirada era distinta, casi agresiva, tenía el cuerpo cubierto de nieve y otra cubeta en su mano.Katerine reconoció en él la actitud de un animal nervioso y a la defensiva. Él caminaba en su extraña forma de un lado a otro, sin quitarle los ojos de encima. Dudaba en acercarse a ella, quizás por su reacción hacía horas cuando la miraba hacer sus necesidades.—Lo siento —musitó Katerine, recordando que eso quería decirle. El niño de la montaña detuvo su intranquilo andar—. Lo siento —reiteró con voz más fuerte—, me asustaste y yo solo…El hombre dio un paso acercándose y se quedó quieto, como esperando alguna reacción negativa de parte de ella, algo que no obtuvo.<
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Capítulo 8
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Todo se había convertido en un infierno glacial, pero incluso así, ella prefirió quemarse con él. Tenía miedo, desde que la fogata fue apagada por los escombros que caían del techo de la cueva, ella temió. El hombre frío la había levantado en sus brazos y la llevaba, ella no sabía a donde porque todo estaba oscuro, pero confiaba en su extraño protector.Se sujetaba a él con fuerza, estaba helado, sus brazos se sentían ya entumecidos por el frío, pero no lo soltó. En teoría, él era lo único vivo a parte de ella en esa montaña. Y era en "teoría" porque Katerine se estaba debatiendo si la montaña lo estaba también.Temblaba con violencia en los brazos de su salvador y le escuchó susurrarle "Casi" una y otra vez. Pero ella no tenía idea a que se refería con eso. Pensaba que volv
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Capítulo 9
Demonio blanco/AngelDeLosLibros
Estaba fuera de su cuerpo, no podía escuchar nada, no sentía. El frío tenía ese poder. En algún punto olvidó que tenía manos y que debía moverlas. Katerine olvidó que tenía un cuerpo y su mente se llenó de recuerdos. Recordó a Jolsen en la fiesta insultándola y retándola a ir al bosque de Fría.Quiso reírse, realmente lo intentó, pero su rostro se había entumecido mientras metía nieve en la cubeta.¿Qué diría ese hombre ahora?, Porque Katerine no solo se había metido en el bosque, sino que también en la montaña prohibida.Fría.Déjame salvar a tu niño, déjame arreglar lo que he estropeado, rogó en su interior intentando recuperar la movilidad.Ni siquiera pudo salir de la cueva en la que se encontraba, los vientos eran viole
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