Había llegado viernes en la tarde y con eso el viaje hacia Los Angeles por el cumpleaños de Mia.
Habíamos dejado las maletas listas y ya el chófer de Aziel se había encargado de llevarlas al aeropuerto. Lucero y yo estábamos terminando los últimos pendientes antes de irnos.
—Sería todo por esta semana chicas —Dice Regina con una sonrisa —. Que tengan un excelente fin de semana.
—Gracias Regina —Respondo tomando mi bolso —. Que descanses.
Lucero y yo nos despedimos, caminamos hacia los estacionamientos donde nos esperan Aziel y su amigo Marlon.
Su chófer nos abre la puerta ayudándonos abordar;luego suben ellos y salimos en dirección al aeropuerto.
—Mia ya se encuentra esperándonos y asegurandose qué todo esté bien para volar. — Me susurra Aziel.
—Tus padres...¿Estaran allá?
—No creo. Están muy ocupados en sus actos de beneficencia —Responde en un susurro —. Nosotros siempre debemos estar en sus eventos importantes, pero ellos nunca están en los nuestros.
La tristeza en su voz e