Era temprano cuando Aitana sintió la vibración del teléfono bajo la almohada. Apenas había dormido, entre las patadas suaves de Ámbar en su vientre y los nervios silenciosos que no le dejaban apagar del todo la mente. Aun así, no esperaba nada especial esa mañana. Nada, salvo otro día de trabajo, más citas en su canal de nail art, tal vez responder algunos mensajes de agradecimiento. Pero cuando encendió la pantalla, supo que algo había cambiado.
Decenas de notificaciones. Mensajes de voz. Capturas de pantalla. Y un mismo enlace que se repetía como eco en todos los chats.
"EXCLUSIVA: GLOW AGENCY BAJO INVESTIGACIÓN POR MALAS PRÁCTICAS Y EXPLOTACIÓN DE TRABAJADORAS."
Aitana se incorporó en la cama, el corazón acelerado, la respiración agitada. Abrió el enlace. El nombre de la periodista estaba en la cabecera. Ella misma. La que semanas antes la había contactado con cautela, con preguntas medidas, con una mirada que escondía más certezas de las que decía en voz alta.
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