"Fernando"
Desde que empezó esta locura de sextillizos, vi formarse una verdadera tribu en torno a mí, a Melissa y a nuestros hijos, era como si estuviéramos protegidos en un círculo de afecto y cuidado, donde todos estaban atentos a todas nuestras necesidades y miedos. Ellos nos daban su fuerza y hasta tenían esperanza por nosotros en los días más difíciles. Pero hoy era diferente, era un día especial e hice un pedido especial en la pastelería cerca del hospital.
—¡Buenos días, abejita! —Le di un beso suave en los labios a mi esposa. Generalmente no la despertaba, pero hoy era diferente—. ¿Vamos a abrir los ojos para esta hermosa mañana de sol?
—¡Príncipe! ¡Buenos días! —Dio una sonrisa y se movió en la cama para sentarse.
La ayudé a sentarse y después acerqué la mesita de apoyo. Sobre ella había arreglado seis cupcakes en un plato blanco, cuatro de chocolate, decorados en color rosa y dos de fresa decorados en azul, sobre cada uno una pequeña velita encendida. Sobre la mesa tambi