"Heitor"
Después de lo que pasó en el centro comercial con Enzo, quedé de verme con mi madre y Hebe. Necesitaba ponerlas al tanto de la situación antes de viajar. Por supuesto, Hebe se puso furiosa, es una madre leona y después de descubrir la verdadera cara de Reinaldo no lo quería cerca de sus hijos.
Aproveché para contarles sobre la sorpresa que estaba preparando para Samantha. Estaba ansioso y preocupado. Mi madre y Hebe intentaron calmarme diciendo que a Sami le gustaría.
El resto de la semana pasó rápido y en la madrugada del sábado viajamos a casa de la abuela de Sami, que vivía en el interior, un poco lejos de nuestra ciudad. Samantha estaba entusiasmada y muy animada. A la hora del almuerzo llegamos a casa de la abuela. Sami entró como una niña, corriendo por la casa, hasta encontrar a la abuela en la cocina y envolverla en un largo abrazo.
—¡Abuelaaa! —Samantha estaba muy feliz.
—Sasá, mi querida, ¡cuánto te extrañé! —la señora bajita y de ojos dulces abrazó a Samantha.