"Alessandro"
— ¿Qué está pasando? —Escuché la voz de Catarina y fui hasta ella. Se despertó con aquel alboroto.
— Mi ángel, después te cuento. Nando, lleva a Cata a la biblioteca, por favor. —Le pedí a Fernando sabiendo que la protegería.
— No, quiero saber qué está pasando. —Catarina insistió.
— Ah, ¿entonces esta es la pordiosera de quien te enamoraste? —Liz comenzó a hablar—. Bien me contaron que te metiste con una cualquiera. Pero mira, queridita, no te ilusiones, porque él me ama.
— ¿Estás loca, Liz? Lo nuestro ya terminó hace mucho tiempo.
— Creo que no, Ale, ¡me cogiste de todas las formas en Nueva York la semana pasada! —Liz provocó.
— Ah, gallina de encrucijada, voy a acabar con esa cara cínica tuya y esta vez no habrá cirujano que pueda arreglarlo. —Melissa enloqueció, agarrando a Liz por el cabello de nuevo. El lío estaba armado.
— ¡BASTA! —Escuchamos el grito de Catarina—. Meli, suelta a la perra.
Melissa la soltó y miró a su amiga. Catarina se levantó, arregló su