UN ÁNGEL EN GARANTÍA. CAPÍTULO 29. No me vuelvas a obedecer.
UN ÁNGEL EN GARANTÍA. CAPÍTULO 29. No me vuelvas a obedecer.
Nunca, jamás en sus más de treinta años, Ivan había escuchado a nadie retarlo de aquella manera. Quería creer que era porque los demás lo conocían mejor y sabían de lo que era capaz, pero en el fondo sabía que simplemente Sari había dejado de tener miedo.
Y eso era terrible, porque significaba que también había dejado de sentir cualquier clase de amor por su propia vida.
—¿A qué estás esperando? —la escuchó sisear entre dientes, y entonces la vio. De verdad la “vio” por primera vez.
La vio como lo que era: una mujer rota, agotada de sobrevivir entre personas que solo sabían hacerla pedazos. Una mujer que había aprendido a no esperar nada de nadie.
Sintió una punzada de vergüenza, una oleada de rabia consigo mismo, porque sabía que él era quizás la última esperanza que Sari había tenido y aun así no se había medido para lastimarla.
La pistola bajó lentamente, pero el gesto de lanzarla a un lado fue tan brusco como ese con q