UN ÁNGEL EN GARANTÍA. CAPÍTULO 12. Una invitación calculada
UN ÁNGEL EN GARANTÍA. CAPÍTULO 12. Una invitación calculada
Pavel sonrió, divertido, y se retiró dejando a Ivan a solas con aquella dulce satisfacción.
Era un sentimiento raro el de amar y odiar a la vez una cosa, pero indudablemente no podía dejar de comer, al punto de que cuando ya no pudo más fue directamente a la cocina a esconder lo que quedaba en el fondo de la nevera, y a amenazar a diestra y siniestra a quien se atreviera a comérselo.
Esa misma tarde dio la orden que venía rumiando desde hacía rato, y poco después Petra se acercó a Sarika con una expresión seria y decidida.
—El señor te espera en el comedor para la cena —le dijo sin rodeos.
“Seguro que quiere que ayude con el servicio”, fue lo primero que cruzó por la mente de la muchacha cuando escuchó eso.
—Claro, enseguida voy —accedió la muchacha y cuando Ivan entró al comedor más tarde, con su ceño habitualmente fruncido y ese andar que parecía hecho para derribar paredes, lo que vio lo descolocó en un segundo: Sarika est