UN ÁNGEL EN GARANTÍA. CAPÍTULO 13. Una tarta de madrugada
UN ÁNGEL EN GARANTÍA. CAPÍTULO 13. Una tarta de madrugada
Sari se aferró al tenedor como si fuera un ancla en medio de un mar de dudas. Comió en silencio el resto de la cena, agradeciendo internamente que no volviera a hablarle. Cuando terminaron, se levantó con suavidad, tratando de no hacer ruido.
—¿Quiere que le traiga un trozo de la tarta que hice? —ofreció, con una voz que buscaba sonar casual, pero temblaba un poco.
Ivan la miró con una expresión indescifrable.
—No. Solo te acepté esa tarta por educación. No te hagas ilusiones —respondió haciéndose el difícil—. Pero de todas formas es mía, no te la puedes comer.
Sarika hizo un puchero involuntario. ¡Era una buena tarta y él la desperdiciaba como un tonto! Y por supuesto, como una persona que está acostumbrada a no desperdiciar nada, eso no la dejó dormir en media noche.
—¡Qué demonios, no se la va a comer! —rezongó lanzándose de la cama, y mientras caminaba en camisón por el pasillo rumbo a la cocina, recordó con claridad la man