CAPÍTULO 43. De la racionalidad a un hombre dominado
CAPÍTULO 43. De la racionalidad a un hombre dominado
Maggie se pasó toda la mañana corriendo de un lado a otro en el hospital, cargando una carpeta que claramente no iba a leer y con una expresión en la cara que decía: "No me hablen si quieren conservar los dientes". Eso de estar embarazada la tenía muy hormonal, pero no era nada que Jackson no pudiera quitarle con un par de masajes en el… sitio justo.
Al final, cuando logró escabullirse de sus muchas clases del día, estaba tan cansada que apenas podía tenerse en pie, y terminó dirigiéndose a la oficina de Jackson.
Tocó la puerta sin esperar respuesta y entró como si fuera su casa, lo cual, técnicamente, a esas alturas casi lo era. Jackson estaba revisando unos documentos, probablemente importantes, pero en cuanto la vio, los dejó a un lado con una sonrisa. Desde que estaban juntos, ¡verdaderamente juntos!, nunca sabía si Maggie iba a entrar por aquella puerta a pedirle ayuda médica, sexo desenfrenado, o confesarle algo que lo haría r