Damon
Camino sin rumbo por mi departamento como la sombra que soy. Mis planes salieron como esperaba; logré que Constanza me amara más que a mi tío. Aun así, me siento miserable.
Jamás concebí que quisiera abandonarme, o, mejor dicho, abandonarnos a los dos. Constanza sigue enferma; no puede olvidar a Cillian a pesar de todo el amor que le profeso.
—Eso no importa —murmuro—. Te amo así, pese a todos tus defectos.
Acaricio su rostro sobre el papel de la fotografía que le tomé hace unos meses mientras dormía. Es solo una de las muchas que atesoro en mi habitación. Ella las ha visto; solo ignora que tengo las de su infancia y adolescencia.
—¿Servirá de algo que te muestre toda esta devoción por ti? —balbuceo, mientras las lágrimas se escapan sin control—. Mi amor, mi Constanza, debes volver a mi lado.
Beso con desesperación su fotografía, recordando el tiempo en que lamenté haberme enamorado. Este amor ha crecido de tal forma que ya no encuentro sentido a mi existencia sin adorarla como l