“Alejandro”
Estaba realmente preocupado por las chicas, así que las convencí de que, ya que ellas iban al Club Social, estaríamos en el casino jugando póquer. No interferiríamos en su noche, pero si nos necesitaran, estaríamos cerca. Ellos protestaron, pero no les di muchas opciones y al final aceptaron, con la condición de que no nos acercáramos al salón de brunch y que cuando quisieran irse a casa nos llamaran.
Estábamos absortos en el juego y la conversación fluía alrededor de nuestras hermosas mujeres, hasta que llegamos a Nando, quien estaba muy feliz viviendo con Melissa y quien le había vendido el departamento a Flávio.
- Pensé que mi amigo se quedaría viviendo conmigo por un tiempo, pero no, se mudó ayer. – se quejó Patrick.
- Ah, Patrício, fue un trato imperdible el que hice con Nando. El apartamento es genial, ya está perfectamente amueblado, todo es nuevo, me ha encantado. – Flavio se rió.
- Es cierto. Te perdonaré solo porque fue un muy buen trato y el apartamento es muy l