Mundo de ficçãoIniciar sessãoMi casa era un desastre, si antes olía a humedad ahora olía a humedad y a mierda. Lloré mientras trapeaba y le entregué a mi madre todo el dinero que Emilia me había dado para llamar a un plomero que solucionara la cañería rota.
Por la noche le escribí a Gabrio diciéndole que no iba a poder ir, él aceptó con aparente indiferencia, y si bien en ese momento no me preocupó, tendría que haberme preocupado. En cuanto desperté me encontré un mensaje de Gabrio que había enviado a las cuatro y cuarto de la mañana preguntándome qué modelo era mi nuevo celular.
Pensé que quería regalarme una funda y le dije cuál era la marca y el modelo, de todos modos le pregunté para qué quería esa informaci







