Mundo ficciónIniciar sesiónJan me pasó a buscar a última hora del viernes por la biblioteca. Habíamos hecho un pequeño cambio de planes que se resumía en pasar la noche del viernes en su casa para salir el sábado directamente desde allí.
Había preparado una mochila con un par de mudas y unas zapatillas de agua, crema solar y poco más.
Por si no tuviera claro su entusiasmo, en cuento me vio, me levantó por los aires y me dio un par de vueltas antes de depositarme en el suelo y darme un beso rápido.
―Aún no te he perdonado por lo de la otra noche ―le advertí.
―¡Encima que estaba dispuesto a cualquier cosa para salvarte! ―lo soltó en un tono burlesco, pero supe que había una verdad profunda en sus palabras.
―Estaba pensando más bien en lo de que estábamos vinculados. ¿Se te olvidó de contármelo? ―elevé una ceja y él capu







