¿Regresaremos a dónde?
—¡No, no y no! —Negué con la cabeza, logrando separarme—. ¡No voy a volver a esa ciudad! Yo ya no tengo nada allá.
No pensaba regresar a una ciudad donde abandoné todo mi progreso. La pequeña casa que estaba construyendo con mi padre, las amistades que dejé sin poder despedirme. Diez años eran suficientes para convertir una sólida pared en escombros.
Y mucho menos si debía regresar con Connor, rodearme del mismo circulo que me despreció y me consideró una criminal.
—No es opcional, Catrina. Tengo que volver a la ciudad y tú vendrás conmigo —habló con firmeza.
—No, lárgate a tu ciudad, yo me quedo aquí. Te mantendré al tanto de todos los avances del embarazo y lo cuidaré bien hasta el día en que dé a luz —Igualé su nivel de voz.
Su mirada se oscureció. Dio dos grandes zancadas, cerrando el espacio existente entre nosotros. Su presencia era tan abrumadora que retrocedí, pero la parte posterior de mis muslos terminó chocando con la cama.
—No te vas a que