11. Alessandra
Está haciendo demasiado calor aquí. Necesito tenerlo nuevamente en mi interior, volver a sentirlo. No sé cómo lograré salirme con la mía, algo se me ocurrirá, pero Dylan va a concederme hoy lo que yo quiera.
Llegamos al barrio de Brisa. Solo pienso en lo que pasará cuando salgamos de aquí. Bajo del auto y me detengo.
¡Joder! Tenía planes para Dylan.
Bruno está apoyado en la parte delantera de su auto.
Al estar frente a él lo saludo. Mira a Dylan con desconfianza pero finalmente le estrecha la mano. Dylan se mantiene en calma. Sé que a mi chico nadie es capaz de ponerlo de los nervios...
¡Bueno, yo sí, estoy segura!
— ¿Nos vamos? —pregunta Bruno—. Tenemos muchas cosas que hacer.—Sonríe.
Observo de reojo como Dylan tensa la mandíbula.
—Está bien —le contesto sin emoción alguna—. Me despediré de Brisa y la peque, ya regreso.
Camino con Sami hasta la casa de Brisa.
—Tío Dylan me gusta más —comenta la nena.
¡A mí también pequeña!
Yo solo río y me limito a no contestar.
Brisa abre la puer