El tiempo de hablar había llegado y Lukyan lo sabía.
—¿Dima, tiene premoniciones? —preguntó incrédula Dasha.
—Todos nuestros hijos la tienen cariño, y creo que ya te has percatado que yo no he perdido el poder de ver algunas cosas del futuro, lo único que varía es lo que vemos, lo mismo sucedió con mi padre Neri, mi abuela fue la que trajo el don de la videncia, mi padre se dio cuenta que había heredado ese don, cuando vio el futuro de la mujer que amaba, mi madre Zafiro, el vio su muerte si es que se desposaban, y quiso evitarla, pero por supuesto que mi madre no lo dejaría escapar, se podría decir que ella fue realmente quien atrapó a un mafioso, mi abuela por su parte quiso cambiar el destino, no sin antes advertirle a mi padre que una muerte es una muerte, y nada se puede hacer para cambiarla, lo que no le dijo, es que si podían cambiar a la persona que muriera, es por eso que el día que mis padres se desposaron, mis abuelos paternos murieron, esto fue algo que mi padre me contó a