Capítulo 16: La charla.
No había vuelto a hablar con él, desde que me marché a casa, después de vestirme, dejándole allí, dormido, incapaz de enfrentar la situación.
No podía volver a aceptarle, aún tenía demasiado miedo a que volviese a irse, a que volviese a dejarme.
El traqueteo del autobús me calmaba, pero al levantar la vista, mis miedos volvieron. Él acababa de entrar y caminaba por el pasillo, deteniéndose frente a mí.
- ¿por qué estás aquí? – se encogió de hombros, antes de contestar.
- Supongo que no me apetece caminar – contestó, como si tal cosa, sentándose junto a mí. Le ignoré, por completo.
- No voy a disculparme por lo de la otra noche – le dije, molesta – cada día deseé que volvieses – él miró hacia mí – y ahora que estás aquí… ni siquiera sé si puedo ser esa persona.
- Eres esa persona que lo sacrificaría todo por un buen amigo – me cal