Mundo de ficçãoIniciar sessãoNo había vuelto a hablar con él, desde que me marché a casa, después de vestirme, dejándole allí, dormido, incapaz de enfrentar la situación.
No podía volver a aceptarle, aún tenía demasiado miedo a que volviese a irse, a que volviese a dejarme.
El traqueteo del autobús me calmaba, pero al levantar la vista, mis miedos volvieron. Él acababa de entrar y caminaba por el pasillo, deteniéndose frente a mí.







