Rosas de SangreES

Perspectiva Emily

Era un día especial sobre todo porque por fin saldría de la preparatoria e iría a la universidad era una mucha emoción, todo dentro de mí. Hoy era el día esperado con mi vestido rojo hasta las rodillas y los tacones del mismo color, tan hermoso era verme en el espejo y fantaseando con Luis (el chico de mis sueños sus ojos grandes y color verde claros, su cabello castaño) bailando toda la noche, y que por fin me diría que está enamorado de mí, un beso y nada más, puedo fantasear pero mi imaginación debe para allí, porque mi mamá estaba enfrente de mí y empece a sonrojarme.

—¿Qué sucede Emy?-

—¿Eh?, nada mamá, solo nervios, eso es todo—

—si eso debe ser, hay Emy te ves hermosa, pero se vería mejor tu cabello si lo recoges - las madres como siempre opinando y no saben de moda—

—no, mamá se ve bien, y mira combina perfectamente con el vestido— creo que mi mamá aún vive en la época en que controla a su hija, se enojó mucho cuando le conteste, Lorena el nombre de mi madre, alta, cabello rubio y chino, ojos de color miel, bonita y yo creo que su figura es hermosa a pesar de los años, claro con un poco subida de peso, los años no pasan en vano creo, pero igual, no sé cómo yo no pude sacar algo de rasgos de mi madre, mi cabello obscuro y liso, color de ojos café obscuro nada alta solo saque los ojos grandes de ella y las pestañas largas, cuando me vi en el espejo deje de verme bonita, pues al pensar en mi madre me vi fea, me saco de mi trance.

—Está bien emy, tu papá me dijo que no podría llevarte, le salió trabajo imprevisto-genial pensé entre mí, Roberto el nombre de mi padre, está divorciado con mamá desde que tenía 5 años, a esa edad ni idea de lo que te pasa, y siempre era igual le salió trabajo cuando prometía algo, la única verdad es que su ahora esposa Míriam, era la culpable y su hija Pilar también.

Ella es horrible conmigo, tiene mi misma edad y va a la misma preparatoria, es popular, chica de pompones, se pintó el pelo de rubio y trae pupilentes azules, es la líder y como ese tipo de chavas se cree la mejor, fresa a más no poder, y ni que decir de a cuantos ha tenido dentro de su cama, la verdad nunca me ha importado, ella no se mete conmigo, pero cuando puede tiene la oportunidad de reírse de mí, o hacerme saber que es mejor que yo, de seguro Pilar le dijo que tenía que llevarla y su esposa lo amenazo y por eso no me llevaba, la verdad no me preocupaba eso tenía con quien irme (aunque no fuera Luis, aunque me hubiera encantado) era Estefani mi mejor amiga, ella es perfectamente hermosa, su piel blanca, un cabello de artista, su color es rubio y ojos azules, perfectamente encajaba con Pilar, de hecho al encontrarnos en la preparatoria pensé que sería una porrista y una fresa, pero no ella es todo lo contrario, ama profundamente la situación de vampiros y la obscuridad, en fin una perfecta gótica, y ahora en el baile tenía planeado ir con un vestido morado con negro, con grapas(bueno eso parecían) y sus botas, el corsé me parecía muy lindo y el entretejido como vampiresa se veía genial, el día que me lo mostró le dije que iría con ella al baile (ninguna de las dos teníamos pareja) y bueno yo pensé que ella tendría con lo bonita que es, claro que no se viste tan gótica ni se pinta toda de negro, solo va con falda, pantalón, top, playera, pero de color negro, no usa tanto maquillaje solo rimel y un poco de gloss, ella admira tanto a evanescence, de hecho su conjunto para el baile lo diseño ella pensando que se vería como ella. Mi amiga envidiaba mi color de cabello decía que ser parte de los vampiros era verse hermoso como la obscuridad, yo la verdad prefería el cabello rubio o castaño claro, en fin tenía que ir a verla para que me llevara al baile de graduación.

—Si, mamá no hay problema, voy a ver a Estefani para que me lleve—

—hija ten cuidado ya sabes que me preocupo por ti—

—si, mamá no te preocupes— en eso llego mi abuela Candida, a pesar de su edad de ochenta años aún estaba lucida, sus ojos como mi madre y su piel blanca, siempre me asustaba un poco porque decía que ella era hija del nahual(un hombre que tiene poderes para convertirse en animal o algo así) y decía que yo tenía un poderoso don, y que mi destino era incierto, no le creía pues son cosas supersticiosas, a mí me hacían reír claro dentro de mí, porque mi abuelita es de esas personas que no quieres contradecir y que te dan miedo.

—Abuelita ¿qué haces despierta?—

—Lorena me puedes decir por qué Roberto no ha llegado por Emily—

—no va a avenir por ella mamá, dijo que le salió trabajo-mi abuela puso su cara de enojo —siempre lo mismo, hace a tu hija como quiere, pero no fuera por su hija adoptiva, porque hay si no, te dije que no te casaras con él, te lo dije-mi abuela iba a empezar con su discurso de nuevo, de yo te lo dije, las cartas no mienten y blah, blah, como no tenía ganas de escuchar todo lo que iba a decir y no tenía mucho tiempo, me despedí de mi madre y de mi abuelita.

— nos vemos-pero mi abuela me miro a los ojos —emy— nunca me dice así, solo lo hace cuando estoy en problemas o ella siente miedo por mí—

—ten cuidado, esta noche cambiara tu destino-yo la observe—

—emy escúchame ten cuidado no dejes que nada te pase-aun sorprendida la bese en la mejilla —no te preocupes abuela estoy bien-salí de la casa algo preocupada por lo que dijo la abuela, aunque después de caminar hasta la casa de Estefani se me paso el susto.

Perspectiva Damián

Esta noche la Academia Miramar se encontraba un poco callada, pero el ambiente se sentía muy raro, como si algo fuera a ocurrir, como era costumbre me encontraba haciendo las rondas de la escuela con Rodrigo, este chico era muy bueno peleando, no por nada era una sangre divina como yo, para nosotros era gracioso ver como los humanos pensaban de los vampiros, había clásicos como Drácula y luego el más famoso crepúsculo, pero todo era fantasía del cine, nosotros teníamos poderes sobrenaturales, pero no podíamos vivir muchos años y también moríamos, la diferencia era que los vampiros solo vivían de tomar sangre y eso los convertían los señores oscuros unos alquimistas al querer tener más de vida eterna experimentaron hasta caer en un vampiro que no tiene noción de su sí mismo.

Me encontraba leyendo un poco, ya que solo habíamos tenido un pequeño encuentro hace semanas con una vampira, pobre chica era humana, pero se enamoró de quien no debía y aquel tipo resulto ser parte de los señores oscuros y sus investigaciones, cada día era más común que las chicas y chicos desaparecían y terminaban siendo vampiros, pero esta chica en particular la tuvimos que dejar en una celda contenida, puesto que aún no había consumido sangre de ningún tipo y ella parecía normal, nuestros científicos de la academia Miramar decidieron observarla y así obtener datos, ella era la primera que nos habíamos enfrentado con aquella actitud de aun humana, al aparecer los señores oscuros estaban trabajando de más.

 —está noche parece que será calmada ¿verdad?—

 —al parecer si, igual no tenemos que dejar de estar atentos a nuestro alrededor— En eso escuchamos la alarma del laboratorio.

 —¿será que de nuevo terminaron vertiendo químicos?— era de lo más común escuchar esa alarma en los laboratorios siempre creaban algo y se les salía de control

— tal vez si— pero caímos en cuenta que no era eso, porque oímos gritos, luego nos hablaron por los auriculares

—  tenemos una emergencia de tipo C— esa emergencia era por alguien que se había salido de la celda y me temía que era aquella chica que aun parecía humana—

—entendido— Rodrigo y yo de inmediato fuimos a ver a los laboratorios, era un desastre total, los químicos tirados, la mayoría de los dlampir estaban tirados, no eran cazadores como nosotros, pero su resistencia era buena aun contra un vampiro, este en singular era muy fuerte —la vampira escapo la de la celda 3BE— dijo uno de los chicos del laboratorio aun tirado en él solo, solo le había roto el brazo, y mis miedos se hicieron realidad, lo que me temía era la chica que parecía humana—

—tenemos que ir por ella antes de que consuma sangre si no la haremos imparable—

Salimos del laboratorio y la empezamos a rastrear.