48. MAMÁ.
“Cuando uno está enamorado comienza engañandose a sí mismo y termina engañando a los demás”
O. Wilde.
POV. SEBASTIÁN.
— Despierta hijo mío.
— No quiero.
— Debes despertar.
— No.
— Debes saludar a tu pequeño — la voz de mamá sonaba tan fuerte y claro que pensé que definitivamente había muerto.
Pero entonces un vaso de agua helada cayendo sobre mi rostro me demostró que no, que estaba muy vivo.
— ¡STAR! ¡NO DE NUEVO! — Grite sentándome con rapidez sobre el colchón, esperando que el asqueroso olor a humedad de mi horrible habitación y el resorte salido del colchon me puyara la espalda.
Pero entonces noté que el colchón estaba demasiado mullido, que la habitación no olía a humedad y que la luz era muy resplandeciente, limpié mi rostro del agua y sentí algo pegado a mi mano. Bendas.
Además yo también olía como si me hubiera bañado.
Antonio sostenía el vaso de cristal, Felipe hablaba con Samantha la directora del hospital, a mi lado estaba mi mamá y yo no podía creerlo.
— ¿Estás aquí? —