34. PAZ Y CALMA.
POV. SEBASTIÁN.
Era el segundo saco de arena que mandaba a traer, regrese a casa tan rápido como pude, las palabras de la madre de Felipe habían calado directo a mi cabeza y era la pregunta que me había hecho todos los días desde hace varios años.
Tantos que prefería no recordarlos.
“Sacrificar todo por una mujer que te detesta y desprecia”
Dos golpes al saco y una patada.
“Sacrificar todo por una mujer que te detesta y desprecia”
Tres golpes más y luego cuatro.
“Sacrificar todo por una mujer que te detesta y desprecia”
Estaba corriendo como loco en la caminadora, el sudor corría por mi frente y mis ojos estaban fijos en la ventana.
Había empezado después de llegar de aquel lugar, eran casi las 2 y ahora el cielo estaba estrellado y oscuro, pero mi cuerpo seguía tenso, molesto, me sentía demasiado salvaje y si me detenía iba a romper cosas.
— No lo haces por ella, hiciste una promesa y eres un caballero — me dije cuando me encontré haciendo abdominales.
— No lo haces por ella, hicis