35. MÍO.
POV, LUCÍA.
— ¿Lista?
— Sí… Tú no… No desayunaste.
— Sí, sí lo hice — dijo con mucha frialdad —. Pero ya no lo hago a tu lado.
— Sebastián, creo que…
— La cita es a las 9, tenemos el tiempo exacto para llegar, luego te dejaré con los hombres de seguridad para que te lleven a tu taller o al lugar que necesites.
Su indiferencia era tal que se fue adelante junto al conductor enviando a mi lado a un hombre de seguridad.
Pero al llegar al hospital sabiendo que tendríamos los ojos sobre nosotros, Sebastián volvió a actuar como el hombre amoroso y devoto, tomo mi mano, me ayudo a bajar del auto, saludó amablemente a todo el personal y me llevó por un camino que no era el que conducía hasta mi doctora de siempre.
— ¿A dónde vamos?
— A dónde quieres ir — dijo fríamente —. Tienes 5 minutos.
Sebastián se hizo a un lado y golpeó la puerta, un segundo después fue Dan el que salió de allí y una sonrisa suave se pintó en mi rostro, pero de algún modo era demasiado incómodo pues estaba con Sebastián.